Las playas del condado de Volusia se han llenado de cientos de personas, tanto locales como turistas. Las sombrillas coloridas son parte del paisaje, los niños y niñas acarrean sorbetes derritiéndose en las manos y los salvavidas están más alerta debido a los cientos de amantes del azul océano.
Las clases se han acabado, hay muchos más infantes en la playa inquietos por hacer uso de sus habilidades arquitectónicas, y construir castillos de arena o escavar agujeros. Y con la llegada del verano, también hay padres y madres preparándose para llevar a sus hijos e hijas a campamentos de verano.
Cuando conocí todas las actividades tan diversas que Volusia County tiene para ofrecer a sus residentes, me sorprendí. Desde campamentos juveniles de policía, socorrismo, navegación a vela, arte, karate y fútbol; los niños y niñas tienen muchas opciones, existen entidades preparadas y organizadas para mantener a los pequeños del hogar entretenidos mientras los padres continuan con su rutina laboral.
Uno de los campamentos que tuve la oportunidad de observar fue el Junior Lifeguard Camp de Volusia County, o Campamento Juvenil de Socorrismo en el condado de Volusia. En la actualidad por $200 a la semana, el entrenamiento ofrece educación acuática, técnicas para salvar vidas y ecología de las playas, según la página web de dicho campamento. Muchos de los participantes se preparan a las 9:00 A.M. aproximadamente para iniciar con la primera parte del entrenamiento, físicamente demandante, que implica desde correr por algunos minutos, hasta nadar en el océano con un tiempo límite.
Sin embargo, lo que me sorprendió más fue el campamento de navegación a vela. ¿Hay oportunidad para que la niñez pueda aprender a navegar veleros en el verano?! Sí, es una posibilidad en Florida.
Ahora como estudiante universitaria, recuerdo los calurosos veranos de mi infancia, no en la costa floridiana sino en la guatemalteca, cerca del océano pacífico. Las actividades a las que los niños y niñas de Guatemala tienen acceso son muy limitadas. En mi lugar de origen hay cursos de verano de natación, pintura, ajedrez, y música; no obstante, la organización no es consistente, los presupuestos son limitados, y el compromiso por parte de las autoridades gubernamentales es casi nulo.
Hay que destacar que no todos los niños y niñas tienen acceso a dichos campamentos en Florida, es por eso que el Condado de Volusia también ha creado un programa de becas para familias que necesitan el apoyo financiero; en Guatemala no hay tales oportunidades.
En el pequeño país centroamericano, alrededor del 68% de niños y niñas viven en hogares empobrecidos de acuerdo con la organización Children Incorporated. Crecer en Guatemala implica no tener acceso a actividades de bienestar integral.
Los meses de verano empiezan durante las últimas semanas de octubre a diferencia de mayo como en EE. UU., y se extienden hasta las dos primeras semanas de enero cuando las clases en las escuelas y colegios reinician.
Como mayor fuente de distracción para la población urbana las opciones que existen son los centros comerciales, para caminar y ver a través del vidrio los juguetes que no pueden costear, visitar restaurantes de comida rápida de vez en cuando, o quedarse en casa viendo la televisión. No existen espacios accesibles para la recreación, distracción y formación de la niñez y la juventud.
En las ciudades hay escuelas municipales que ofrecen deportes o clases de artes. Aún así, no son programas estructurados y carecen de recursos esenciales.
La escuela de ballet a la que yo empecé a asistir en 2009, en mi ciudad natal, no se ha equipado de forma eficiente, ni ha obtenido la ayuda necesaria para acondicionarla a pesar de que han pasado 15 años.
En el area rural el “verano” no existe para muchos niños y niñas. El descanso después de un largo año escolar es una utopía. El trabajo infantil es una gran problemática en comunidades indígenas y campesinas; los niños cortan café, aprenden oficios y se involucran en actividades laborales inseguras. Un gran número es obligado a convertirse en vendedores ambulantes en las calles, en lugar de descansar y de divertirse, poner en práctica su creatividad, descubrir o perfeccionar nuevos talentos.
La crisis económica que el país enfrenta, es el resultado de tres gobiernos extremadamente corruptos que destruyeron la institucionalidad y la gobernabilidad, no se preocuparon y ocuparon en dirigir recursos al desarrollo de la infancia guatemalteca.
Los veranos en el condado de Volusia y en Guatemala son completamente distintos. En Volusia se evidencia el apoyo a la niñez que las entidades locales ofrecen para la recreación infantil, el soporte a padres y madres de familia que deben trabajar a pesar de tener a los hijos e hijas en casa en descanso de verano.
Estoy segura que muchos guatemaltecos y guatemaltecas, incluyéndome, guardamos la esperanza de ver a nuestro país desarrollarse y ofrecer oportunidades de desarrollo a sus ciudadanos y ciudadanas más jóvenes.